top of page
Search

Porque voy a Terapia

  • unatalanaysupizcad
  • Oct 6, 2024
  • 11 min read

Updated: Oct 7, 2024


Uno de mis grandes objetivos en 2024 era comenzar ir a terapia. Era algo que había estado en mi mente durante años, desde lo del desteñido y su abandono que casi me mata pero nunca me atrevía a apretar el gatillo, (tengo que aclarar que tengo una psicóloga maravillosa la Dr. Claudia G de Colombia, que me ayudo a salir de la depresión que sentí en ese momento de mi vida, acuérdense que llore por 6 meses) pero aparte de eso, no he acudido a ninguna otra terapia principalmente por miedo a lo desconocido, a el proceso de encontrar a alguien (me refiero a un psicólogo) es algo desalentador y no entendía del todo si tenía una “razón” real para siquiera hacerlo.  

Aclarando esto, tengo que empezar con que este año no ha sido fácil para mi salud mental, desde principios de año he tenido mucha presión en varios aspectos de mi vida… Mi trabajo empezó a decir que estábamos mal económicamente y mi sueldo se vio afectado drásticamente y entre en una presión económica bastante dura que me puso muy vulnerable (aquí no estoy hablando mierda, y aunque no siempre he tenido una economía estable, porque la vida es así, llevo muchísimos años con una economía buena y algo cómoda y verla sacudirse de esa manera da mucho miedo y más cuando tienes un hijo que depende de ti al 100%)  aparte de la presión económica y la preocupación de que podría pasar con mi trabajo la cosa no se puso mejor, empezaron a botar a gente de mi compañía a diestra y siniestra, viéndose mi departamento afectado (lo que nunca antes había sucedido) eso sí que me dio duro, porque empiezas a pensar, ¿acaso soy la que sigue? Y bueno hay un dicho que dice “ cuando llueve no escampa” cerramos con un choque de la nada, donde mi carro fue considerado pérdida total y el banco me dio tres pesos (literalmente 3 pesos) por él.

Ya tenía una presión bastante grande con todo lo que estaba pasando, me sentía ahogada, queriendo gritar y salir corriendo, pero eso no era una opción ya que tengo un niño de 4 años que necesita constantemente de mí. Estaba al borde del límite y como las cosas y la vida son así, mi querido hijo se abrió la cabeza la noche antes de un viaje importante. Literal 4 horas antes de que tuviéramos que estar en el aeropuerto y la combinación de mi estrés y este accidente fueron terribles para mí salud mental.

En este viaje estuve dos semanas fuera del trabajo ya que se tenía que hacer por motivos de salud y yo en mi ignorancia pensé que no estar en el trabajo y viendo cosas diferentes a mi casa, me iban a ayudar a sentirme mejor y mi “estrés” se desvanecería, pues paso absolutamente lo contrario, la ansiedad se apodero de mí aún más.

Me sentía de lo peor, una fracasada, pensaba cada minuto del día como salir de todo esto y simplemente no encontraba una solución, porque eran cosas externas que no podía controlar y de solo pensar en buscar una solución me metía como a un hoyo más grande. 

El caso fue, que cuando llegue a la ciudad donde vivo y me fui para una cita de rutina con mi médico general, este me diagnostico con depresión severa. Yo quede aún más en shock y ese diagnóstico no me ayudó mucho, ya que eso traía otras dos semanas de incapacidad, la cosa era que esa incapacidad no era paga, y esta persona que está al otro lado de un computador utiliza sus vacaciones de forma exagerada y no guarda nada (me gusta vivir al limite de mis vacaciones o PTO).

El hecho era que iba a estar dos semanas extras sin trabajo y sin generar ingresos y eso sí que me dio duro, porque ahí los miedos económicos se hacen más grandes. Obviamente mi doctor general me recomendó ir donde un psiquiatra, al principio me dio mucha rabia, porque me pareció un poco dramático y exagerado (siendo yo la reina del exagetamiento y el dramatismo)  pero igual empecé mi búsqueda de siquiatra ya que necesitaba mi alta médica para volver a mi trabajo. Llame a dos prácticas y los doctores no estaban recibiendo pacientes nuevos, no saben la rabia que me dio, ya que estaba sensible y los médicos no tenían espacio disponible y yo quería un alta médica YA! para la tercera decidí ir presencialmente y pedir una cita, como dice el dicho la tercera fue la vencida. Tuve mucha suerte porque me recibieron muy bien en esa práctica, me dieron cita para el mismo día y me pusieron con un siquiatra maravilloso, tuve mucha suerte con esto porque escuché que a veces hay que “salir de compras” con varios terapeutas/psiquiatras antes de encontrar el indicado. Desde nuestra primera sesión de consulta me di cuenta de que él era mi tipo de hombre. 

Tengo que aclarar que obviamente fui a terapia porque mi doctor más o menos me obligo y también el diagnóstico que me dieron era uno por encima y necesitába un especialista que me diagnosticara bien y asi poder obtener la ayuda que necesita.

Después de mi primera cita, mi doctor me dijo que, aunque si pensaba que tenía depresión, no era severa, que más bien habían ocurrido cosas en mi vida las cuales me pusieron ahí y que fueron en un lapso de tiempo corto, él lo llamo depresión de circunstancias (creo que esa es la traducción exacta) lo que si me diagnostico fue ansiedad severa (mi diagnóstico real es: ansiedad severa con depresión por circunstancias) también quiero añadir que otra de las razones por las cuales quería ir donde un psiquiatra o terapeuta y no me pareció una idea tan descabellada cuando me mandaron a uno, era porque estaba interesada en tener una terapia para mejorar quien era/soy como madre.  A medida que mi hijo crece y la disciplina, el respeto, los temas difíciles (como el abandono de su padre, que últimamente pregunta mucho por el Papá), los límites, las reglas y las emociones entran en juego, me encontré sin saber cómo navegar la mayoría de las cosas. Podía verme cayendo en patrones repetidos de comportamiento que he encontrado, en los que era principalmente una madre muy reactiva. Quería dejar de sentirme confundida sobre cómo manejar situaciones con mi hijo, y más bien afrontarlas con confianza y herramientas que me ayudaran a ayudarlo y para eso yo tenía que pedir ayuda, algo que usualmente no hago. Y ahora no me vengan con que hay libros y podcast que uno puede utilizar como recursos, acuérdense que, dada a mi pereza mental, no es de extrañar que mi capacidad de atención para leer consejos vagos sea mínima y no creo mucho en “charlatanes de las redes sociales”. Lo que necesitaba era que alguien me escuchara, comprendiera mi situación o situaciones específicas y me brindara orientación no solo para superar la situación, sino también para ayudarme a regular mis propias emociones.  


Algo que ni siquiera me di cuenta era de que necesitaba emocionalmente la validación de alguien más qué simplemente pudiera entender mi frustración sin juzgarme. 

 

De lo que me he dado cuenta como madre que constantemente lee artículos y ofrece conocimientos aleatorios a través de las redes sociales, es que una de nuestras principales tareas como padres de familia es enseñar a nuestros hijos como regular sus propias emociones, lo que les será de gran utilidad cuando sean adultos. Yo en lo personal estaba luchando con esto porque ni siquiera me di cuenta de que apenas podía regular mis propias emociones, ya que pensaba que decir que todo estaba bien, reírme y seguir con mi vida como si nada estuviera pasando y por las noches no poder dormir de la preocupación estaba bien. Nombrar mis emociones también es algo con lo que lucho, tal vez sea el Escorpio que hay en mí, pero cuando me preguntan "¿qué emoción te trae eso?", Literalmente no lo sé... es algo en lo que estoy trabajando mucho en terapia.

 

Dicho todo esto, una gran señal de alerta ondeo en mi cabeza cuando me di cuenta: "¿Cómo podría enseñar a mi hijo a regular e identificar sus propias emociones cuando yo apenas puedo hacerlo como mujer de 40 años?". Me tomó tal vez 1 o 2 sesiones tener esta revelación antes de saber con certeza que tenía trabajo que hacer. 


Comencé la terapia en agosto de este año y la he mantenido constantemente cada semana. He tenido que trabajar fuertemente en mi horario, ya que por el momento tenemos un solo carro en mi casa y ha sido complicado liberar tiempo en las mañanas (mi trabajo se ha portado excelente, dejándome tomar una hora aquí y una allá para poder atender a mi terapia) Creo que ha sido una bendición que tanto mi trabajo como mi pequeña familia me den ese respiro que necesito para liberar mi capacidad mental para la terapia, no creo que sin ese espacio de desconexión hubiera sido muy eficaz.

Lo más importante es que, aunque tenía desde hace mucho tiempo ganas de ir a terapia, nunca lo había hecho y emprendí este viaje por obligación, cuando me concienticé de que en verdad lo necesitaba llegue con mi mente completamente abierta para hacer cambios y mejorar quien soy como persona. 

Además del tema de ansiedad por las situaciones del momento, la crianza de mi hijo y el abandono de su padre (algo que aún me duele mucho) nuestras conversaciones han virado en todas las direcciones, cubriendo temas como:

Las relaciones sentimentales: dificilísimo de expresar, ya que soy muy compleja y se lo que quiero y lo que no quiero, me ha dado unos consejos maravillosos, pero lo que más me ha gustado es que aprueba lo que quiero y no trata de cambiar lo que pienso.

El trabajo y mi carrera: me ha dado mucha paz mental hablar de este tema con él, ya que creo que fue la situación de mi empresa la que empezó todo esto, ha podido sacar mi estrés en este tema y poner cosas en diferentes perspectivas y también me han brindado las herramientas necesarias para poder superar el stress diario. 

La infancia: esta me ha dado muy duro, porque es algo que me duele mucho si lo recuerdo, entonces esos sentimientos trato de mantenerlos cerrados con llave y bien escondidos en mi mente, poco a poco me he abierto acerca de lo que me molesta y duele de mi infancia y hemos curado heridas que aunque pensé que ya estaban sanadas, quizás lo que tenían era una curita que estaba vieja y que había puesto yo misma para poder seguir adelante y no quedarme enfrascada en momentos dolorosos del pasado (yo soy una persona que pasa la página rápido, no me gusta quedarme con sentimientos reprimidos, trato de solucionarlos y hacer paz con ellos en mi mente y pasa la hoja como dice el dicho) aunque me falta mucho en el tema de la infancia, he podido darme cuenta que quizás no había mucho daño en esas heridas, que son más bien heridas que no me pertenecen a mí y que por una cosa u otra he quedado en medio de ellas. La terapia me ayuda mucho a entender muchas cosas alas que era ignorante y el consejo de un profesional y su perspectiva me han ayudado un montón en este tema.

Las amistades: esta ha sido un poco compleja, ya que me he sentido muy sola en ese aspecto últimamente, no tengo muchos amigos, bastantes conocidos pero amigos no.

Aún no se porque me quedé sin amigos y aunque he tratado de volver a re-conectar con gente, se me ha hecho muy difícil, no sé si quizás a esas personas no les caía del todo bien, hasta donde yo sé no les he hecho nada malo. Lo que he sentido es que ya no alineamos en muchas cosas, yo en mi pasado era fiestera, me fascinaba el trago, la irresponsabilidad y era muy dada a hacer lo que querían algunas amigas. Pienso que esas personas del pasado me pusieron en esa categoría y ahí me dejaron, pero así como ellas y ellos cambiaron yo también. Ahora soy poco de rumba, me gustan los planes más tranquilos, el trago aunque me gusta, me cae mal, entonces ya no soy toma trago y si mis amigas están solteras, están en el rebusque y eso es algo que he odiado desde que era joven. Suelo pensar que ya no estoy para planes de mis veintitantos a mis cuarenta, ya que estoy segura que rumbee lo suficiente para esta vida y las otras. Como dije antes creo que muchas de esas amistades del pasado me catalogaron como “esto y lo otro” y no me sacan de ahí, yo creo que todos evolucionamos y cambiamos, mi esencia está ahí, sigo siendo la misma ahora menos fiestera, más responsable, menos toma trago y ahora digo que NO a muchas cosas. Mi terapia me a ayudado mucho a gestionar esos sentimientos de frustración en temas de amistad. Otra cosa es que tampoco soy buena haciendo nuevas amistades, soy tímida, mantengo pensando que si hago esto y lo otro no voy a caer bien, y al final la cago monumentalmente y termino sin nuevas amistades. Espero solucionar esto pronto, porque quiero amigas chéveres que entiendan mi vida con poco tiempo, que soy mamá todos los días de la semana y que mantengo mamada, pero que al final soy buena consejera, estoy siempre dispuesta a oír lo que te pasa, lo más probable es que te haga reír (pienso que tengo un sentido del humor fenomenal) y de vez en cuando me puedo desjuiciar en una rumba y tomar mucho ron!

La familia: este es un tema también delicado, ya que no he sido una persona muy familiar, tengo una familia muy pequeña por lado y lado y pienso que mis familias viven en una constante critica conmigo, a veces pienso que no me quieren y aunque quizás no me halla ganado el título del mejor familiar porque he tenido un millón de errores, siempre estoy esperando lo peor en sus comentarios. Creo que eso afecta a que no sea abierta con ellos y simplemente me cierre y no confíe, lo cual es un problema ya que al ser tan cerrada con mi vida, eso conlleva a que no me conozcan bien y simplemente asumen lo que “soy” por cosas de antes, pero no se dan la oportunidad de conocer en quien me he convertido. También hay heridas que tengo que sanar con algunos miembros de mi familia ya que me he sentido pisoteada, humillada y burlada por algunos de ellos y aunque como siempre no digo nada y sigo con mi vida, esos dolores quedan ahí. 


Los cambios de vida, etc… de estos no voy a hablar ya que todos tenemos cambios y los que me han sucedido y pienso que son importantes igual caen en las categorías que ya hablé. 


Para alguien como yo, que tiene una abrumadora responsabilidad, presión y expectativas, la terapia ha sido un salvavidas, realmente me ha ayudado a poner las cosas en perspectiva, comprender mis emociones y reacciones y, en general, sentir que tengo a alguien con una opinión muy imparcial que me ayuda a guiarme en cualquier cosa que esté enfrentando actualmente en la vida.

No puedo decir suficientes cosas positivas sobre la terapia (como no había ido antes) y si lo has considerado, te recomiendo que lo pruebes. A mi modo de ver, hacemos tal esfuerzo por cuidarnos físicamente que a veces no prestamos atención a nuestra salud mental. 

Yo queria empezar terapia desde hace mucho y en mis metas del 2024 estaba también pero simplemente no lo había hecho, estaba más interesada en mi salud física ya que venía de unos años complicados con esta, y deje a un lado mi salud mental, y miren llegue a punto de quiebre porque una simple sonrisa y decir que estas bien no son suficientes, obviamente desde agosto me comprometí no solo con mi salud física, sino también con la mental y emocional, y estoy muy orgullosa de mí misma por esforzarme y seguir queriendo mejorar. 

 

Si alguien que me lee ha tenido preguntas sobre terapia, pero le ha dado pena ya que es un tema tabú, espero de corazón haber respondido algunas de sus preguntas sobre mi viaje con la terapia y aunque no sabía si escribir sobre esto era una buena idea, ya que es un tema que no se habla a vox populi, aquí esta una tal Ana hablando de todo lo que pasa en su vida. 

 

Gracias a todos los que han estado ahí para mí. 

 

Con cariño y hasta un próximo caos.

 

Una tal Ana

 
 
 

Commenti


bottom of page